Para comenzar este artículo, debemos saber, ¿Quiénes forman la cultura popular? La cultura popular está formada principalmente por el pueblo, teniendo en cuenta, que este abarca una gran diversidad de realidades y estilos de vida. Las representaciones artísticas, en este caso, buscan representar aquel pueblo. Pero, ¿cómo reciben las personas todo esto? El análisis hecho nos permite pensar que el arte está siendo completamente desvalorizado y saqueado por los monopolios del poder, permitiendo así una manipulación y pérdida del significado de las diversas obras, dejando vacíos. ¿Por qué se está perdiendo el valor de este mundo? Es claro que la juventud en la actualidad se encuentra más pérdida que nunca, abandonados por sus principales referentes que deberían generar este sentido de pertenencia a nuestra comunidad. No obstante, esto no ocurre, y por supuesto, aquellos jóvenes buscan llenar este vacío, haciendo pasar al arte por una moda superficial y efímera. Este hecho repercute en sus formas de vincularse y actuar, generando así una identidad. La difusión de estas modas constantes, terminan en una decodificación aberrante y una idea errónea del mensaje, teniendo en cuenta que cada vez vuelan más clips sueltos y fuera de contexto en la internet. Por otro lado, los monopolios que concentran el poder e influencia aprovechan está situación de incertidumbre juvenil con un fin económico y de producción monetaria capitalista; formando así sujetos funcionales al sistema de producción, consumos veloz y “divertido” a través de nuevos medios. El arte es un reflejo de esta cultura consumista, y la única comunidad que puede intentar frenar esto es la sociedad que conforma la cultura popular, tomándose el momento de informarse acerca de todas estás estrategias que usan los más poderosos para controlarlos.